Qué elegancia de portada, ¿verdad? Si puedo cumplir mi propósito de referirme mañana a otro libro de poemas de Aguado, y el viernes a un tercero, comprobaremos todos que una portada no necesita siempre de ilustraciones, fotos o de elementos complicados. Que hay casos en los que “menos es más”.
Este libro contiene una nota de dedicatoria en la página 67: «Este libro está dedicado a Vito Rosado, acogedor e inteligente refugio de fugitivos, a Paco Cumpián, fugitivo contumaz y heroico, y a Chantal Maillard, que es mi punto de fuga y mi fuga de gas y mi estrella fugaz y, simultáneamente, el lugar de origen y el de destino de todas mis fugas.
El poema “El saltador” está inspirado en una serie de cuadros y esculturas de Antonio Sosa, y a él está dedicado».
Por la fecha de edición, 1998, sabemos que Jesús Aguado ha hecho ya varios viajes a India y que reflexiones en esa cultura llegan a este libro, que no habría existido en otro caso: la baraja de la esencia tiene varias cartas marcadas por lo vivido en ese civilización.
En lo formal, al leerlo los dedos teclean la mesa para descubrir alejandrinos y endecasílabos, que ya lo parecían antes de confirmarlo. Contiene también, que no creo que aparezcan en los extractos, varios sonetos. Al menos la métrica, es formal en todo el libro.
La estructura del libro la forman cinco partes, denominadas con números romanos; muy desigual en cuanto al número de poemas que contiene cada una: la mayoría, por ejemplo, en I, mientras que III solo contiene un poema. Hay una última sección, de cuatro poemas, titulada “Poemas fugitivos”.
Solo decir, antes de los poemas, que esta selección, aunque está entre lo me más me ha llamado de inmediato, está hecha sobre todo pensando en qué elegir para dar una idea global del libro.
Poema 1 de la sección I
todo estaba en un punto hasta que vino el tiempohasta que vino el expulsadopuso el punto en su honda y lo lanzócon la fuerza que brota de la nadauna miga de pan que se deshaceuna miga de pan que al deshacerseva creando las aves que las comenlas cuales a su vez necesitan reposoy originan los bosques de cuyos troncos surgenlos tambores las manos que los tocanlas aldeas que ocultan esas manosde qué de una manada de fieras cuyos ojosbailan como armaduras vestidos de saténrascacielos y calles y navajas
Poema penúltimo de la sección I
aquel que escapacon un hilo en la manode ese mamut furioso que llaman biografíade ese mamut furioso cuyas pezuñas torpespretenden alcanzarme y coserme a una cruzcon un rótulo claro que ponga éste soy yo
Poema último de la sección I
soy el que escapa el fugitivo aquelal que persiguen sus miradassus gustos los paisajes las sillas de su cuartosus opiniones y sus libros el café de las sietela sombra de su cuerpo en primaveraejército de trenzadoresque urden contra nosotrosuna mano y un hilomil diseños en forma de bozaly un índice de lápidas
Poema primero de la sección IV
vamos barriendo todouna mano y un hilo lo van barriendo todomiradas opiniones el café de las sietelos tapices de los nudoslos pasajeros y las víasde tren que cruzan las habitacionesla casa el guano el cuervolas aldeas las manos los tamboreslos árboles las migas de pan somos
Poema IV de Poemas del círculo (de Poemas Fugitivos)
Un círculo y un ojo que se miran despaciomientras ruedan inmóvilesla ladera hacia arribay aplastan lo más frágilalgo que estaba en ellos y dejaron caerun punto una pupilael centro de sí mismosalgo que estaba en ellos y ya no necesitanpues ya no son palabras o no-palabrasino tiempo y amorun círculo incansablemente quietoque se evadió del punto o centro o Diosy que ahora lo aplasta en el ahora
Trocitos sueltos de Lección de metafísica (de Poemas Fugitivos)
«Parece que no existes porque tienesunos labios carnosos y unos dedosque dibujan el mundo.»
«Me piensas, no me piensas: es lo mismo.Por ti me piensa el tiempo y el espacio»
«El amor es un cuarto que no existedonde duerme a resguardo lo que existe.»
«Y el amor es un cuarto que sí existedonde duerme a resguardo lo que no.»
«(Un poema es un plano que reflejael justo itinerario hasta ese cuarto.)»
Me lo apunto, primo. Tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarNáN..tengo pendiente leer un montón de entradas..pero no me da la vida..pero estoy en ello..que conste.
ResponderEliminarCon la caída de Blogger, han desaparecido de esta entrada dos comentarios:
ResponderEliminarYOSIO:
"Me lo apunto, primo. Tiene muy buena pinta."
Molinos:
"NáN..tengo pendiente leer un montón de entradas..pero no me da la vida..pero estoy en ello..que conste."
Querida prima Yosio, Me alegra haber sido yo quien te ha mostrados este gran libro o poeta del minigrupo malagueño.
Queri Molinos, ni se te ocurra: soy un lector ecléctico, caprichoso, que lee con igual placer un texto del XVIII que uno del XX. No es posible que te interese TODO, por eso es mejor que leas solo lo de los autores o libros que te interesan o te atraen a la primera.
Además, como es una especie de autodisciplina, subo entradas con una frecuencia "excesiva". Por la presente, quedas pues exonerada de tamaño trabajo.
Besos a las dos
estoy leyéndolo!!
ResponderEliminarpodemos quedar para leernos este libro...? yo lo voy a enviar a México porque mañana he quedado con un azteco y lo mando para otro vía él
ResponderEliminarpero, me lo he leído por el camino
y es una maravilla
Sería ¡¡¡estupendo!!! (De hecho, estaba pensando dedicarle la primera sesión de "Para ir abriendo oído" a este poeta).
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