Este blog

[Once meses sin aportar nada es demasiada vaguería. Quizá lo dejé porque lo que leo no suele estar en las mesas de novedades. ¿Qué importa?, me he dicho esta mañana. Esto es algo íntimo. Todo lo más, para curiosos].

jueves, 20 de enero de 2011

día 1206. El debate judicial sobre el asunto Ezra Pound, sus intervenciones

Ha empezado el debate judicial para dilucidar si su estado permite juzgarlo:


... El Sr. Pound está sentado ante ustedes. Le ruego, Sr. Pound, que se levante y mire al jurado. Díganos su identidad, por favor.
Ezra Pound, con voz a la vez hostil y desganada: No soy nadie., mi nombre es nadie.

Rober Frost hace un alegato sobre la importancia de Pound en la literatura. Al terminar, se producen las declaraciones siguientes:



El presidente: Muchas gracias, Sr. Frost. Y ahora, una pregunta que formulo al Sr. Pound. ¿Tiene algo que añadir a lo que acaba de declarar Robert Frost?

Ezra Pound (recitando uno de sus poemas):
y un olor de menta bajo los toldos de las tiendas
sobre todo después de la lluvia
y un buey blanco en el camino a Pisa
como encarándose con la torre,
carneros negros en el campo de maniobras y los días de lluvia, nubes
sobre las montañas, como bajo las garitas.
Una lagartija me tenía en vilo
las aves del campo detestan el pan blanco
4 gigantes en 4 esquinas
tres hombres jóvenes  ante la puerta
y han cavado una zanja a mi alrededor
para que la humedad no roa mis huesos...

Tras un momento de silencio, el presidente con una tosecilla de compromiso: ¡Ejem!... hum. Bueno. Y bien.. Deseo ahora solicitar la presencia de...

El poema recitado era sin duda sobre sus condiciones. Los 4 gigantes son las torres de vigilancia, los tres hombres jóvenes son los guardianes que evitan todo contacto.

Fritz J. Raddatz, El proceso de Ezra Pound; revista Quimera, nº 49, mayo de 1985. Traducción de Juanjo Fernández


No hay comentarios:

Publicar un comentario