Este blog

[Once meses sin aportar nada es demasiada vaguería. Quizá lo dejé porque lo que leo no suele estar en las mesas de novedades. ¿Qué importa?, me he dicho esta mañana. Esto es algo íntimo. Todo lo más, para curiosos].

jueves, 27 de enero de 2011

día 1999. Luis Alberto de Cuenca escribe sobre Ezra Pound

Una amiga me envía este artículo reciente sobre Pound, de gran interés.


EZRA POUND, EL HOMERO DEL SIGLO XXI

"Después de leer a Pound y a Gimferrer supe que lo que me proponían era lo que yo quería decir en mis versos"

LUIS ALBERTO DE CUENCA

Sin Ezra Pound (1885-1972) la poesía del siglo XX hubiese padecido de atrofia muscular. Habría crecido hasta un cierto punto, más o menos mediano, dándonos la sensación de que algo había cambiado con la modernidad, pero no lo suficiente como para demostrar fehacientemente la realidad incontestable de una nueva escritura que convierte el fragmentum en la razón de ser de la poíesis, al modo en que han llegado hasta nuestros días los restos de la lírica griega arcaica merced a los vaivenes de la Historia.
Descubrí en plena adolescencia la poesía de Pound gracias a una edición bilingüe de los Pisan Cantos en inglés y en italiano que compré en Florencia en una librería de la Via Cavour allá por los últimos años 60 del siglo pasado. El traductor, introductor y anotador italiano era Alfredo Rizzardi. Para mí, hubo un antes y un después de la lectura de ese libro. Por aquel entonces cayeron también en mis manos Arde el mar y La muerte en Beverly Hills de Pedro Gimferrer en las primeras ediciones de El Bardo, y supe que quería escribir poesía porque aquello que Pound y Gimferrer me proponían en sus versos era precisamente lo que yo quería decir en los míos, balbucientes aún, pero llenos del “ruido y de la furia”, de la convicción que me prestaban las muchas complicidades que bullían en mi interior desde el asombrado y asombroso contacto con mis modelos. La poética de Ezra Pound tuvo mucho que ver con la gestación de ese personalísimo universo lírico que asomaba en las páginas de los primeros libros de Gimferrer. Para mí es imposible evocar a Ezra sin referirme a Pedro, y viceversa.
En mi primer libro, Los retratos (1971), había una cita de Pound (canto LXXVIII, al comienzo) que presidía el poemario: “Cassandra, tus ojos son como tigres, / en ellos no hay nada escrito.” Desde hace cuarenta años, la belleza es para mí como los ojos de la Casandra de Pound, vacía de palabras y de significados, pero con esas rayas que embellecen la piel de los tigres y que remiten al lenguaje simbólico de los comienzos, presente en las abstracciones indescifrables de Cantabria o de la Dordoña, justo cuando el chamán arroja al fuego los frutos escogidos del otoño para ganarse el corazón de la Gran Diosa.
De la importancia de Pound en mi vida, y no sólo en mi vida de escritor, hablan por sí solos los párrafos anteriores. Sólo puedo pensar en otro autor que me haya marcado tan decisivamente como el poeta de Idaho: William Shakespeare. Leer sus obras completas entre los doce y los catorce años supuso para mí otra revelación, pero la lectura del viejo Will no me dio acceso a la creación literaria, como la de Pound, sino que se limitó a sembrar de irresolubles dudas el territorio de mi confortable Weltanschauung juvenil, convirtiéndome en un adulto desesperado, que es lo que sigo siendo al día de hoy, camino de la senectud. Me he referido a algunos loci sacri bibliográficos en mi itinerario poundiano, omitiendo, por mor de la brevedad, las ediciones originales en inglés. Quiero añadir a las obras citadas la traducción de los poemas breves a cargo de Jesús Munárriz y Jenaro Talens (Hiperión, 2000) y los tres volúmenes hasta ahora aparecidos de los Cantares completos que Javier Coy ha ido publicando en la colección “Letras Universales” de Cátedra. Basta con libros como éstos para disfrutar en profundidad del Homero del siglo XX en su butaca favorita.

Luis Alberto de Cuenca, Ezra Pound, el Homero del siglo XXI. Revista Mercurio, Número 127, enero de 2011

3 comentarios:

  1. Oye, ahora que ya entendía la numeración de tus posts... ¡dime que el de hoy es un error!

    ResponderEliminar
  2. "Así también el poema:
    un corazón tendido,
    un festín de desamparos.
    un idioma exacto,
    casi un pájaro, Ezra.
    ¿De qué ha servido?"

    A. Lucas

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Portorosa!! Era un error, sí. Arreglado.

    ResponderEliminar