Un poquito de dolor, ¿verdad?, de esos que te sacan de la cama y te llevan a leer a la sala es creativo y estimulante. Después de algunos cuentos, vi el pequeño lomo del último libro de Szymborska, Aquí. Releer un pequeño libro de poesía es como volver a tener una conversación ya mantenida, pero dándote cuenta de más cosas. Esta poeta tenía que ser un acierto, por su ironía (mayor cuantos más años tiene), dulzura y comprensión. De muestra, dos de los últimos.
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ELLA FITZGERALD EN EL CIELO
Le rezaba a Dios,le rezaba ardientemente,para que hiciera de ellauna feliz chiquilla blanca.Y si ya es tarde para esos cambios,pues al menos, Mi Señor, mira cuánto pesoy quita de aquí como poco la mitad.Pero el misericordioso Dios dijo No.Simplemente puso la mano en su corazón,le miró la garganta, le acarició la cabeza.Y cuando todo haya pasado –añadió-,me llenarás de júbilo viniendo a mí,mi alegría negra, mi tonel andarín
VERMEER
Mientras esa mujer del Rijksmuseumcon esa calma y concentración pintadassiga vertiendo día tras díaleche de la jarra al cuencono merecerá el Mundoel fin del mundo.
Wislawa Szymborska, Aquí. Traducción de Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia Soriano. Bartleby Editores
Me encanta el segundo. El otro me gusta también.
ResponderEliminarTodo el libro es estupendo.
ResponderEliminarBesos, señor Semivago