"Una vez, a principios de 2002, mucho antes de empezar a contar cuentos en Internet, escribí una cosa muy triste. Y después, cada vez que la leía lloraba como un pavote. Lloraba justo al final del último párrafo, cuando aparecía la palabra "orsai". En este texto contaba lo que me había pasado por la cabeza la noche que Racing salió campeón, en diciembre de 2001. Más tarde puse ese relato corto en el blog. Sigue siendo lo más triste que escribí, lo más doloroso. Yo acababa de cumplir 30 años y Racing había salido campeón por primera vez en mi vida. Argentina se caía a pedazos, al mismo tiempo. Y yo estaba a doce mil kilómetros de todo eso. De lo bueno y de lo malo. En el texto cuento que mis ojos miraban el televisor de un bar de Barcelona, pero yo estaba en otra parte: estaba en casa, mi vieja trayendo el mate, yendo y viniendo de la cocina al comedor y preguntando cómo van, mi papá en su sillón de siempre, mirando la hora. Y después veía mi sillón vacío. No podía dejar de pensar en mi hueco sin nadie. Y me molestaba en el hígado saber que mi viejo tampoco estaba disfrutando porque le faltaba algo. No podía dejar de pensar que todo el mundo estaba en su sitio menos él y yo.
...
«Lloré de cara a la pared, en un lugar del planeta donde Racing no era nada. Nunca -ni antes ni después- me había sentido tan lejos de todo lo mío, tan a destiempo del mundo, tan del revés de mi vida, tan en orsai, desesperadamente solo. Lejos como nunca del dolor y de la fiesta.»...
Así está un hombre cuando se siente lejos del lugar en que ha nacido y que ama. Como el goleador que salle gritando la conquista con los brazos en alto y no ve, a sus espaldas, que el juez de línea ha levantado la bandera amarilla. Nadie grita el gol. Solo él. Dura dos segundos la vergüenza ajena. Orsai."
Pues ese texto de Casciari debe de ser lo más bonito que he leído nunca sobre el fútbol.
ResponderEliminarSuerte en esta andadura, NáN.
En este caso, nos relata la dolorosa sensación de estar en el lugar equivocado, cuando un evento deportivo concreto sucede y le recuerda, le evoca queridas circunstancias personales, familiares...
ResponderEliminarYo sentí estar en el sitio adecuado pero en el momento temporal equivocado cuando otro evento deportivo concreto sucedió: cuando el Madrid ganó su 7ª copa de europa. Recordé a mi padre que se había pasado treinta y tantos años esperando el hecho, relatándome las anteriores que yo no conocí y que finalmente murió sin ver su sueño cumplido. También lloré.